Hablar de Dehesa Grande es hablar de la dehesa salmantina, un entorno natural donde el vacuno de carne crece en libertad, rodeado de encinas y pastos que dan carácter a su sabor. Aquí, el tiempo parece detenerse y la naturaleza marca el ritmo, ofreciendo el mejor escenario para criar ganado de forma respetuosa y equilibrada.
Nuestros más de 600 ganaderos son el corazón de este modelo. En sus granjas, tradición y conocimiento se unen con el apoyo técnico y la innovación que impulsa la cooperativa. Gracias a ellos, cada paso del proceso mantiene el compromiso con la calidad, el respeto por los animales y el cuidado del entorno.
En Dehesa Grande garantizamos la trazabilidad total de la carne, controlando desde la cría y la alimentación del ganado hasta su comercialización. Este seguimiento continuo permite asegurar que cada pieza conserve su origen, su autenticidad y las cualidades que hacen única a la carne de nuestra cooperativa.
Elegir carne de Dehesa Grande es apostar por lo cercano, por lo natural y por la fuerza de una tierra que sigue viva gracias al trabajo de nuestros ganaderos. Porque el verdadero sabor de la carne nace aquí, bajo la encina, donde la tradición y el esfuerzo diario se transforman en calidad, confianza y orgullo de origen.